Tras el espectáculo que la convirtió en la revelación del Mundial de fútbol de Qatar, la selección de fútbol marroquí ha renunciado a seguir haciendo historia. Rabat ha boicoteado el Campeonato Africano de Naciones, que se celebra hasta principios de febrero, por la elección del país anfitrión, Argelia, en un punto álgido de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos vecinos con el trasfondo del contencioso del Sáhara Occidental.
Los argumentos marroquíes son muy similares a los mencionados el pasado noviembre cuando Argel hospedó la cumbre de la Liga Árabe. También en el último minuto, la diplomacia marroquí excusó la presencia de Mohamed VI por la falta de atención y los supuestos desplantes de las autoridades argelinas. Según la prensa marroquí, el pasado viernes tras pasar tres horas en la sala VIP del aeropuerto de Rabat-Salé, el equipo marroquí no embarcó en el avión de Royal Air Maroc que se encontraba en la pista y que debía llevarle a la ciudad argelina de Constantina. Los jugadores terminaron abandonando el aeropuerto y renunciando a su participación en el torneo, que acoge Argelia desde este sábado y hasta el próximo 4 de febrero.
La federación de fútbol marroquí denunció que “Argelia no había concedido autorización para sobrevolar territorio argelino”. Horas antes, el ministerio de Asuntos Exteriores marroquí había confirmado la participación de los Leones del Atlas, que en una demostración aplaudida por los aficionados de medio mundo lograron llegar a semifinales del Mundial de Qatar tras derrotar a equipos como España o Portugal.
Desde el lado argelino subrayan que el cierre del espacio aéreo se inscribe en la ruptura de lazos y recuerdan que el pliego de condiciones para la organización del campeonato, que se celebra cada dos años, no obliga al país organizador a conceder autorizaciones de vuelos directos como la que solicitaba Marruecos. A juicio del ministerio argelino de Juventud y Deportes, las cuestiones relacionadas con la soberanía se hallan por encima de cualquier otra consideración.
Amenaza de sanciones
La selección marroquí se enfrenta a una sanción de la federación africana de fútbol, que ha recibido a su vez una demanda de investigación por lo que Rabat considera actos hostiles tras las declaraciones del nieto de Nelson Mandela en la ceremonia inaugural prometiendo “liberar al Sáhara Occidental de la opresión”.
Las relaciones diplomáticas entre ambos países, enfrentados históricamente por el litigio del Sáhara Occidental, se hallan paralizadas desde agosto de 2021. Fue entonces cuando el régimen argelino dio por rotas las relaciones diplomáticas con Rabat alegando “actos hostiles”, entre ellos, el espionaje a altos cargos argelinos mediante Pegasus.
La razón más destacada es, sin embargo, el largo contencioso del Sáhara Occidental. Argel es desde 1975 el principal apoyo internacional del Frente Polisario y su lucha por la descolonización de un territorio bajo ocupación marroquí. Desde hace dos años los lazos se han deteriorado sensiblemente, con el cierre del espacio aéreo argelino a los aviones marroquíes, la cancelación del suministro de gas y las continuas disputas en público. Una trifulca en la que España ha quedado atrapada desde que en marzo el Ejecutivo de Pedro Sánchez apoyara públicamente los postulados marroquíes sobre su plan de autonomía para la ex colonia española.