Durante el año pasado, la Dirección de Atención a la Infancia de la Generalitat (DGAIA) abrió un total de 1.023 expedientes por delitos cometidos por menores de menos de 14 años. Es decir, a menores inimputables, a los que se abrió expediente por denuncias de los Mossos d’Esquadra o de la Fiscalía por otros tantos posibles delitos. Un 10% de estos casos, un centenar, estaban relacionados con delitos contra la libertad sexual, como abusos, violaciones o la grabación y difusión de imágenes sexuales sin permiso de la víctima.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizó 439 menores condenados por delitos sexuales en 2021 -un 12,6% más que el año anterior-. Habían cometido 609 delitos de naturaleza sexual, casi 300 con un menor de 16 años como víctima de la agresión. En 2021 se incoaron 2.625 procedimientos por delitos contra la libertad sexual con menores implicados, frente a los 1.661 de 2020, según la Memoria anual de la Fiscalía.
Otra cifra. Un 19% de los investigados por delitos de odio en Cataluña durante 2021 tenían menos de 18 años. Son cifras que han puesto «en alerta» a la policía autonómica, como reconocía este jueves la portavoz de los Mossos, la inspectora Montserrat Escudé.
Badalona como síntoma
Escudé hizo públicos estos datos en pleno debate sobre qué hacer en casos como el de la niña de 11 años presuntamente violada por un grupo de seis menores, de los que cuatro tienen menos de 14 años. Pese a su corta edad, todos tenían antecedentes policiales.
La agresión se produjo el pasado noviembre, pero la familia la ha denunciado ahora. Descubrieron la violación «gracias» al vídeo de la agresión que registraron los violadores y después exhibieron en su instituto. Centro del que también es alumno el hermano mayor de la víctima, que fue el primer miembro de la familia que tuvo conocimiento de la agresión, ocultada por la víctima.
Esta semana, el hermano ha tenido que acudir al instituto escoltado por un agente de los mossos de paisano, tras recibir amenazas de muerte por la denuncia de la agresión sexual. Los mossos detuvieron el viernes al autor de esas amenazas por whatsapp, otro alumno del mismo instituto.
Menores agresores
El caso de Badalona ha conmocionado a la opinión pública por la gravedad de la agresión y la juventud de los agresores, pero no es único. El pasado febrero, cinco menores -cuatro de 14 años de edad y uno de 17 años- agredieron a una compañera de clase de 14 años en el interior de un aula de un instituto de la localidad de Rubí (Barcelona).
Los hechos se produjeron el pasado 2 de febrero, cuando los cinco menores presuntamente tiraron al suelo a la chica, la golpearon, la vejaron y algunos de ellos acercaron sus genitales hacia la cara de la joven. Los cinco menores pasaron a disposición de la Fiscalía de Menores, que los dejó en libertad con medidas cautelares, tras ser detenidos en el mismo instituto por los Mossos.
Entre las violaciones grupales con menores implicados más sonadas del último año destacan las de Burjassot (Valencia), Pulpí (Almería) y Vila-real (Castellón). En Burjassot, los agresores – tres de ellos de 16 años, uno de 15 y otro de 17- abusaron sexualmente de dos niñas de 12 y 13 años.
280 menores denunciados en Cataluña
Según datos de los Mossos d’Esquadra, en total hay 280 menores de edad denunciados por agresiones sexuales, de los cuales 40 tienen menos de 12 años. Así, los menores de edad representan el 12,7% de agresores sexuales registrados en el 2022, una cifra que en los últimos años ha ido en aumento.
El servicio de atención a menores inimputables de la DGAIA, denominado EMI-14, es quien lleva a cabo el programa Educando en la responsabilidad. Según la Cadena SER, el 25% de los expedientes hacen referencia a delitos de la propiedad como estafas, hurtos o robos con intimidación, y el EMI-14 admite que hay un aumento de casos de acoso escolar que representan entre el 10 y el 11% del total.
Efectos de la pornografía
El fiscal de sala coordinador de Menores, Eduardo Esteban, advierte en declaraciones a Efe de que desde 2015 se observa un incremento «sorprendente» de los delitos contra la vida y en el ámbito de la libertad sexual protagonizados por menores de edad.
En este sentido, Esteban alerta de que cada vez son más los niños y adolescentes que acuden a la pornografía «como si fuera un tutorial», una banalización de las relaciones sexuales que a su parecer puede estar detrás del aumento de delitos contra la libertad sexual.
El estudio de Save the Children «(Des)información sexual» evidencia que para el 30% de los menores el porno es su «única fuente de información sobre sexualidad», algo preocupante si se tiene en cuenta que la adolescencia «es la etapa en la que se forma no solo la personalidad, sino también el deseo» y las apetencias sexuales, advierte la directora de políticas de infancia de la ONG, Catalina Perazzo.