La férrea disciplina interna de Vox ha provocado que a lo largo de su trayectoria se hayan producido salidas de integrantes a múltiples escalas de representación, desde puestos orgánicos superiores, como sucedió con el exvicepresidente Juan Jara en los inicios, hasta cargos parlamentarios de alto grado como Macarena Olona. Ella fue uno de los principales altavoces de denuncia de falta de democracia interna que provocó el primer gran cisma dentro del partido. Desde octubre del año pasado, cuando Santiago Abascal hizo malabares en el escalafón más alto del organigrama de Bambú y situó a Ignacio Garriga como secretario general en suplencia de un desprestigiado [en las provincias] Javier Ortega Smith, ahora vicepresidente, se han atenuado los problemas de cara al público, a excepción de cismas internos en Alicante o Cantabria. Y solo han transcendido otras cuestiones ajenas a la política como la detención de la narco-concejala de Parla, que ya ha sido expulsada como ratificó Rocío Monasterio en el último debate electoral a cinco para la Comunidad de Madrid.
No obstante, las peculiaridades de la política territorial, más la local, sí dejan casos anecdóticos curiosos de destacar. En plena disputa de campaña de municipales y autonómicas entre la derecha y el PSOE con las listas electorales de EH Bildu a los ayuntamientos del País Vasco como eje temático, un miembro de Vox y candidato en Chiclana de la Frontera ha decidido dimitir, abandonar la formación y pedir públicamente el voto para el candidato del PSOE José María Román. Es el actual alcalde y busca la reelección para iniciar su quinta legislatura, la tercera consecutiva.
Manuel Torres es técnico radiólogo en la localidad y hasta ahora ha sido integrante del aparato de Vox en Chiclana y militante de la formación de Abascal. Una participación activa prolongada durante cuatro años, desde que se afilió en las anteriores elecciones municipales de 2019 para ocupar el papel de reserva en la candidatura de la fuerza ultra. A principios de semana, y después del primer fin de semana de campaña Torres difundió un comunicado donde trasladó que «lo mejor para Chiclana, que hoy tiene un buen camino de crecimiento» es que el alcalde socialista continúe otros cuatro años más. «Las cosas se están haciendo razonablemente bien y en vista del conjunto de candidatos, considero que la mejor propuesta es Román. Hay que contar con él y apoyarle», añadió en el mismo. Una valoración, no obstante, que genera polémica por producirse solo semanas después del cierre de listas definitivo y tras dos mandatos continuados del edil socialista que han dejado tiempo suficiente para llegar a la decisión actual antes de comprometerse nuevamente con Vox.
El ‘siete’ de Vox, como figura aún en las candidaturas, ha acudido al juzgado para que le retiren una vez se cierre el escrutinio y corra la lista al siguiente integrante -algo que por ejemplo los siete excondenados de EH Bildu por crímenes de sangre no han hecho pese a anunciar su renuncia-. Pese a todo, su nombre aparecerá el último domingo de mayo en la papeleta. «He pedido que me saquen. Me afilié pensando en lo mejor para Chiclana y tras la llamada de Manuel Vela [candidato a la alcaldía por Vox], y salgo haciendo lo mismo», argumenta en el comunicado, atribuyendo su movimiento a el desagrado que le generó «ver las personas» que le acompañaban. «No es lo que esperaba», dice sin aportar más valoraciones en el escrito, pero insistiendo en que entró en política «pensando en aportar lo mejor y en un programa electoral bueno».
Al contacto de El Independiente responde directo, con material preparado y anteriormente enviado a todo aquél que se ha interesado por su caso. Es primera hora de la tarde en día laboral y este medio insiste en conocer los detalles de su salida en profundidad y qué razones negativas le han hecho desconfiar de sus excompañeros. El ya expolítico, no obstante, se escusa por su falta de disponibilidad, aunque ante la insistencia se abre a responder algo más allá de su aporte ‘oficial’: «Me pillas trabajando y de guardia en el hospital. Pero adelante, pregunta». La primera idea a situar se antoja clara. Si bien solo cuestiona los medios de trabajo y no las ideas de partido en el comunicado, contrasta que su primera solicitud vaya contra la consigna más repetida y comercializada por la cúpula nacional de Vox en esta carrera al 28-M. Esa es la de equiparar el voto al PSOE con el reforzamiento de EH Bildu, «el brazo político de ETA» según el portavoz parlamentario de los ultraconservadores Iván Espinosa de los Monteros.
Vox argumenta que apostar por la papeleta del PSOE en cualquier rincón de España, es votar al socio de ETA»
Este martes, el diputado, en su comparecencia semanal desde la sala del Congreso se mostraba conciso tras el rechazo de la Mesa a tramitar por vía urgente su propuesta de ilegalización de los abertzale ofrecida una vez más como reclamo para dar un golpe de autoridad dentro del bloque conservador frente a un PP que no ve viable la ruta de la prohibición de EH Bildu. «Hay que recordar algo que ya hemos dicho alguna vez y que es cada día más claro: el socio de Bildu es el PSOE, cualquier papeleta de cualquier candidato, de cualquier alcaldía o de cualquier comunidad del PSOE es la papeleta del socio de Bildu. Y coger esa papeleta es coger la del socio de ETA«, apuntó Espinosa remarcando a su vez «la soledad» que siente su grupo en la lucha contra la ilegalización de la fuerza vasca.
«Las elecciones municipales son muy diferentes a las nacionales», describe en oposición Torres ante el resumen de la comparación que hacen desde Madrid sus exdirigentes, y desligando el socialismo local de los intereses de los independentistas vascos. El técnico radiólogo se acoge a la versión tradicional de que el pueblo vota al vecino; a la persona y no a la marca. «Veo que Román está haciendo razonablemente bien las cosas y que Chiclana se está dando a conocer de manera nacional, sobre todo con el turismo», prosigue. Esta respuesta rápida rehúye más profundización, como si considera que puede extenderse el relato de Vox a otros municipios y fuera ya de Chiclana o la provincia de Cádiz. Por ello, la segunda idea que sale a relucir es qué problemas ha encontrado en su compañeros para abandonar la lista y el proyecto.
Advirtiendo, nuevamente de que se encuentra en horario laboral, y rechazando conversar en otra ocasión, Torres niega que su marcha se deba a que le hayan ubicado en un puesto que no le garantiza la entrada en el consistorio. Y es que, en una ciudad que supera los 80.000 habitantes, la representación actual de Vox es mínima, con uno de los 25 concejales que se reparten. «La gente pensará eso, pero en la anterior legislatura me pusieron de suplente» y estuve ahí. «El equipo local no me convence en muchos aspectos, y en el día a día me han ido defraudando por la falta de claridad de programa» matiza. Incluye que hay una importante falta de promoción para darse a conocer que lastra a las siglas. Tras ello, Manuel, el ‘siete’ de Vox en Chiclana se despide y agradece el interés.
Con esta promoción desde Vox, y en contraposición al argumentario nacional, el alcalde de Chiclana ve reforzada su propuesta. «Lo que demuestra es que [la del PSOE] es una candidatura que integra a mucha gente, con hasta once independientes. Intentamos buscar una candidatura que es por y para Chiclana por encima de ideologías», ha explicado Román en una conversación reciente con El Español. Ahora bien, como recoge El Diario de Cádiz, el candidato de Vox Vela respalda el discurso madrileño y advierte que «alguien que estaba en las listas de Vox y ahora vota al PSOE no tiene principios firmes».
Vox y el rodillo de la disciplina de partido
Ante la cerrazón de Torres a ampliar la información, este periódico ha acudido al aparato de Vox en Chiclana para conocer su versión. El número que ofrece su página oficial de Facebook, el único dato que aporta junto a un correo electrónico, se resiste a ser atendido de primeras. Pero pronto, y tras un vacío prolongado y copado por el tono de línea, al otro lado del teléfono un hombre algo confundido al inicio de la conversación busca un ambiente más tranquilo para hablar inmerso en un fondo de ruido de maquinaria. ‘Carpintería Álvarez’ expone la pantalla del móvil al recibir respuesta de Vox Chiclana tras un primer intento fracasado y antes de descolgar.
Se trata del propio candidato Manuel Vela, que presta su número personal para su empresa de mobiliario y carpintería, y para sus objetivos en política. Ante la demanda de valoraciones, proto el alcaldable marca la pauta establecida por Vox desde Madrid: la disciplina de partido que obliga a pasar «por prensa» para dar el visto bueno de las demandas y la posible conversación posterior con los medios. Aunque, con todo, sí remarca que «esa persona [Torres] ya no pertenece a la formación». «Ni si quiera tengo su teléfono», afirma pese a haber sido él quien integró al díscolo en el listado. Inmediatamente, la conversación se corta bajo la promesa de que serán fuentes oficiales del partido las que resolverán cualquier duda.
El contacto se hace esperar, pero igualmente se muestra resistencia a explicar cualquier pormenor. Tampoco amplían las valoraciones de que un integrante de la cruzada contra el sanchismo apueste por ampliar su control institucional en la ciudad. Se remiten a un comunicado oficial: la salida de Torres se debe a su disconformidad por la posición en la lista. «Lo importante para el partido es transmitir las ideas y huir de los personalismos (…) y los egos», explican.