La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha pronunciado su último discurso como líder de la formación naranja este sábado, en la primera jornada de la VI Asamblea General que cierra el proceso de refundación iniciado el pasado mes de julio a raíz del declive electoral en Andalucía. La jerezana cede el mando -que queda dividido en una bicefalia para equilibrar el poder- tras las primarias al tándem conformado por el eurodiputado Adrián Vázquez, que pasa a ser secretario general, y la coordinadora en Baleares, Patricia Guasp, que ocupará la portavocía política. Intervendrán el domingo en la clausura del cónclave extraordinario, el cual se ha desarrollado en el complejo ‘La nube de Pastrana’, en Madrid, y bajo el eslogan ‘Radicalmente libres’.
Arrimadas, que seguirá, no obstante, como portavoz en el Congreso de los Diputados, ha tomado la palabra en el auditorio una vez se han presentado el informe de gestión, el del estado de las cuentas y el de la comisión de garantías. Allí ha manifestado un mensaje optimista, centrado en seguir dando la batalla política. Y con un recado directo al Partido Popular (PP) de Alberto Núñez Feijóo, que es quien más está aprovechando el hundimiento de la marca. «Solo nosotros hablamos de cosas de las que otros no hablan. Tenemos problemas desde antes de Pedro Sánchez y los tendremos después. Por ello, no nos podemos permitir pensar de forma cortoplacista que nuestro trabajo es solo sacar a Sánchez» de la Moncloa, ha dicho Arrimadas, refiriéndose así a propuestas como la reforma del sistema del sistema de pensiones o el reforzamiento de la Sanidad.
La presidenta saliente de Cs ha pedido a sus compañeros que no se dejen «llevar por cantos de sirena», en referencia, sobre todo, a los de Génova, quien desde hace algo más de un mes ha dejado las puertas abiertas del PP a todo el «talento» que desee incorporarse. El propio Feijóo lo ha reconocido, aunque rehúye calificarlo de ‘OPA’, una intencionalidad que sí puso en práctica su antecesor, Pablo Casado, y su secretario general Teodoro García Egea. El bipartidismo «no quiere dar a los españoles las soluciones que proponemos, solo quedarse nuestros votos». Quieren «matar la posibilidad de que los españoles tengan un partido liberal y de centro de verdad; que España se debata entre dos opciones», ha remarcado Arrimadas. Que, pese a todo, ha reconocido que PSOE y PP sí han hecho «cosas buenas» durante la democracia y «han traído avances».
Para Arrimadas, es esencial seguir apostando por «un partido moderno» como es Cs, frente a los discursos del bipartidismo que «llevamos escuchando desde hace mucho tiempo». A Feijóo y a Sánchez ha afeado los vínculos mantenidos con el populismo, lo que a su juicio les incapacita para defender un Estado libre. Del PSOE, individualmente, ha cuestionado el intento de «control de los jueces». Todo ello, considera, «ponen en riesgo la libertad». Algo que requiere ser «conquistada diariamente, sin darla por hecho». Y es que como ha ejemplificado la ya únicamente portavoz en la cámara baja, «hasta hace nada nadie cuestionaba Europa, y nadie pensaba que sería posible una guerra a las puertas de la UE provocada por un autócrata», ha dicho del presidente ruso Vladimir Putin.
Tras el discurso de Arrimadas, se han constituido los dos grupos de trabajo que debatirán y fijarán los nuevos estatutos y la estrategia del partido. Los últimos, fueron aprobados en la V Asamblea, tras las primarias que enfrentaron a Arrimadas y al procurador castellano y leonés Francisco Igea. Está por ver las reformas que se producen, las cuales se detallarán a lo largo de la tarde de este sábado, indican fuentes de Cs. También si se modifican elementos de la identidad del partido, como es, por ejemplo, el color. Una de las enmiendas que es más probable que prospere es la puesta al artículo 71, que busca que el secretario general no desempeñe funciones políticas en alguna cámara de representación.
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