Rusia cree que Estados Unidos está detrás de lo que considera un ataque con drones contra el Kremlin para matar al presidente Vladimir Putin
Moscú ha acusado varias veces a Washington de participar directamente en la guerra, con la intención de infligir una “derrota estratégica” a Moscú. La Casa Blanca lo niega y dice que simplemente está armando a Kiev para defenderse y recuperar territorios tomados ilegalmente por Moscú. Pero el argumento sirve internamente al gobierno ruso para explicar el pobre desempeño en el campo de batalla. Y de cara al exterior lo utiliza para presionar contra nuevos suministros de armamento a Ucrania.
El portavoz de Putin, Dimitri Peskov dijo ayer que Ucrania había actuado por orden de Estados Unidos con el presunto ataque con drones en pleno centro de Moscú la madrugada del miércoles.”Sabemos muy bien que las decisiones sobre tales acciones, sobre tales ataques terroristas, no se toman en Kiev sino en Washington“, dijo Peskov a los periodistas. El portavoz argumentó que “los intentos de repudiar” este ataque, “tanto en Kiev como en Washington, son, por supuesto, absolutamente ridículos”.
Peskov dijo que se está llevando a cabo una investigación urgente y que cualquier respuesta sería considerada cuidadosamente. Diversos analistas han duda de que sea un ataque auténtico, especulando que podría ser utilizado por Rusia en su provecho. Por un lado, lo ocurrido pone de relieve la aparente vulnerabilidad del centro de Moscú y Rusia en general, que es lo que Kiev ha perseguido con ataques anteriores. Pero dentro de Rusia, ayudó a reforzar la narrativa respaldada por el Kremlin de que su guerra en Ucrania responde a una amenaza existencial para el estado y el pueblo rusos. Hasta ahora ese pretexto no ha cautivado a muchos rusos, que aunque en muchos casos tienen una opinión mala de Ucrania no aciertan a explicar de dónde viene el ‘peligro ucraniano’.
Si hay un buen momento para intentar atraer a los rusos a la lucha por la patria es precisamente ante las celebraciones del Día de la Victoria en mayo. Pero da la sensación de que el incendio de una cúpula en el Kremlin no ha sacudido a la opinión pública, que sí hubiese reaccionado de manera distinta ante una masacre de civiles en la capital.
MATERIAL PARA VENGARSE
Indignación, miedo y patriotismo es lo que la propaganda rusa trata de inculcar cada día con sus apocalípticos mensajes sobre el ‘régimen de Kiev’. Todo con perspectivas a preparar a la población para nuevos sacrificios, incluida una posible nueva movilización parcial. Aunque lo más probable es que el ataque sea obra de Ucrania o algún grupo próximo a su causa, lo cierto es que el Kremlin puede instrumentalizarlo para su venganza. Moscú puede llevar a cabo lo que llama su “operación militar especial” en Ucrania de una manera mucho más dura. El principal temor es que se baraje la opción nuclear, aunque no resolvería gran cosa en el campo de batalla y alienaría a Rusia ante sus escasos socios. Muchos comentaristas nacionalistas rusos incondicionales de Putin aún no defienden esa vía.
Pero Moscú tiene otras bazas para recrudecer el conflicto, haciendo caso a lo que pide el sector duro desde hace meses: atacar los centros de toma de decisiones. Esto podría equivaler a atacar el edificio de la administración presidencial de Ucrania y otras oficinas gubernamentales en el centro de Kiev. O intentar otra vez asesinar al presidente ucraniano Volodimir Zelenski y a miembros de su equipo en una nueva ‘cacería’ en Kiev, esta vez desde el aire.
El expresidente Dimitry Medvedev, y también Vladimir Solovyov (uno de los comentaristas televisivos pro-Kremlin más destacados), defendieron precisamente esa acción tras el ataque con drones. El presidente de la cámara baja del parlamento, Vyacheslav Volodin, comparó al gobierno de Ucrania con el grupo terrorista Estado Islámico y señaló que exigirá “el uso de armas capaces de destruirlo”.
De momento Moscú ha infligido nuevos castigos. Los rusos han relanzado sus ataques con más drones contra ciudades ucranianas, incluida la capital, Kiev. Una represalia por unos ataques que el gobierno ucraniano, como siempre en estos casos, niega haber cometido.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el presunto ataque con aviones no tripulados demuestra que Kiev no deseaba poner fin a la guerra. La diplomacia rusa condenaba a Kiev por los dos drones que llegaron hasta el centro de Moscú, pero lo hacía horas después de que Rusia disparase dos decenas de drones contra Ucrania, atacando a Kiev por tercera vez en cuatro días. Varias explosiones se escucharon el jueves en Kiev, al día siguiente de una noche de ataques con aviones no tripulados en la capital ucraniana, informaron periodistas de AFP.
Kiev ha ido incrementando la presión gradualmente. Una serie de explosiones durante la semana pasada contra trenes de carga y depósitos de petróleo en el oeste de Rusia y Crimea controlada por Rusia. Moscú también ha culpado a Ucrania por esos ataques.
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