El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este martes desde la cumbre de líderes del G20 el fin de la guerra en Ucrania, en una cita marcada precisamente por las divisiones entre los países miembro del club que ha suscitado la invasión rusa. Sánchez ha insistido en que Putin debe retirarse inmediatamente de Ucrania y detener la Guerra.
El presidente ha arrancado su intervención en el plenario, a puerta cerrada, culpando directamente a Moscú. A su juicio, uno de los miembros del G20, la Federación Rusa, «está librando una brutal e injustificada guerra de agresión contra Ucrania». Sánchez ha insistido en que Putin debe retirarse inmediatamente de Ucrania y detener la Guerra.
En la sala, el ministro de Exteriores ruso Serguéi Lavrov ha debido digerir las condenas a la agresión rusa que han jalonado los discursos de los principales líderes. Entre los más duros, han figurado Reino Unido, Canadá, Alemania o Japón. «Un hombre tiene el poder de cambiar todo esto. Resulta notable que Putin no se haya sentido capaz de unirse a nosotros aquí. Tal vez si lo hubiera hecho, podríamos seguir solucionando las cosas», ha manifestado el primer ministro británico Rishi Sunak.
Sánchez, quien tiene previsto reunirse en las próximas horas con el presidente chino Xi Jinping, también ha abordado las consecuencias globales de la guerra en Ucrania. En relación con la crisis energética, ha opinado que “la guerra no debe utilizarse como pretexto” y que se deben frenar urgentemente las emisiones y acelerar la transición verde. Ha puesto en valor la apuesta firma de su Gobierno por las energías renovables y la transición ecológica.
La guerra no debe utilizarse como pretexto para la crisis energética
El conflicto también ha agravado la crisis alimentaria en todo el mundo. A este propósito, el presidente ha insistido en la necesidad de coordinar esfuerzos y minimizar las duplicaciones; evitar prohibiciones y restricciones a la exportación; y redoblar esfuerzos para aumentar la oferta y reducir los precios de los alimentos. Ha explicado el compromiso español de aportar 236,5 millones de euros durante los próximos tres años para la seguridad alimentaria.
En relación con las economías vulnerables y el endeudamiento que afrontan, según fuentes de Moncloa, Sánchez ha apostado por la necesidad de abordar de manera colectiva y urgente los problemas de deuda. España, ha aseverado, ha sido el primer país en contribuir con más de 1.800 millones de euros en Derechos Especiales de Giro al nuevo Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad del FMI, y ha reclamado la suspensión del servicio de la deuda así como reforzar el Marco Común del G20, destinado a los países vulnerables que mas sufren de inseguridad alimentaria y altos precios de la energía. Sánchez ha concluido su intervención exigiendo más esfuerzos para el multilateralismo como receta para abordar los males del mundo.