El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aterrizó a última hora de este lunes en Bali, ya noche cerrada en la isla indonesia que acoge desde este martes la cumbre de líderes del G20. Sánchez fue recibido junto a su esposa, como el resto de mandatarios, por un grupo de baile tradicional indonesio. En su viaje, que incluye una posterior visita de dos días a Corea del Sur, el presidente tratará de mejorar las relaciones con países asiáticos como la propia Indonesia, Singapur, China e India y buscará nuevas alianzas económicas con el continente.
Fuentes de Moncloa avanzan que Sánchez tiene previsto reunirse con el presidente de la República Popular China, Xi Jinping. Ambos mantendrán un encuentro bilateral en los márgenes de la Cumbre del G20. La reunión ha sido concertada de mutuo acuerdo y está prevista para las 18:00 hora local (11:00 h. en España) de este martes 15 de noviembre. Ambos líderes abordarán la situación geopolítica mundial y asuntos de interés estratégico, entre otros temas. No tiene previsto, en cambio, encontrarse con el presidente estadounidense Joe Biden.
Desde la presidente del Gobierno subrayan que la apuesta por el mutilateralismo o la lucha contra el cambio climático serán algunas de las prioridades de la participación española en una cumbre marcada por la guerra de Ucrania y sus consecuencias, desde la crisis energética hasta la alimentaria, y con la destacada ausencia de Vladimir Putin. Sánchez no hablará hasta este miércoles, en una sesión dedicada a la transformación digital. España es el único país con estatus de invitado permanente.
Desde el G20 Sánchez volverá a lanzar lo que Moncloa considera un mensaje de condena firme frente a la invasión rusa a gran escala en Ucrania, en presencia del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, en un momento en el que Kiev registra notables avances en el campo de batalla y Moscú ha ordenado el repliegue en la ciudad de Jersón. Países miembro del club, como China e India, han evitado hasta ahora censurar la intervención bélica. Otros, como Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía, han rechazado las reclamaciones occidentales de castigar a Rusia por su intervención.
A la caza de inversiones en Asia
De momento, está previsto que el presidente celebra encuentros bilaterailes con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y con el presidente de Indonesia y anfitrión del evento, Joko Widodo; y los primeros ministros de India y Singapur, Narendra Modi y Lee Hsien Loong, respectivamente. La intención de Moncloa es afianzar las relaciones con Asia, tras dos años de aislamiento y viajes aplazados por la propagación del coronavirus. Precisamente tras la cumbre, iniciará un breve viaje a Seúl, donde visitará una planta de fabricación de semiconductores de Samsung.
Con las reuniones bilaterales, España tratará de acercarse a Singapur, un microestado con enorme músculo financiero que es sede de dos poderosos fondos soberanos, Temasek y GIC, con cuyos máximos responsable ya se reunió en mayo en el foro de Davos. En el primer tramo del viaje, el que está dedicado a la cumbre de líderes del G20, Sánchez estará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Se lo pierde la vicepresidenta primera y responsable de Economía, Nada Calviño, acompañante habitual a estas citas de importante calado económico.
A Seúl viajan también una delegación de empresarios y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien precisamente este lunes ha sido anunciada como la candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid en las elecciones del próximo mayo. Sánchez ha emprendido viaje internacional tras una semana marcada por el anuncio de la supresión del delito de sedición, quince días después de la ruptura de las negociaciones con el PP para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, y la creciente tensión en público que se despacha internamente su socio de Gobierno, con Pablo Iglesias atacando a Yolanda Díaz y su proyecto Sumar.