El vicepresidente Económico, Valdis Dombrovskis, ha emplazado este martes a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) a consensuar el alcance de la reforma de las reglas fiscales porque, según ha advertido, «se acerca la hora de la verdad» y ha instado a seguir colaborando con los Estados miembro con la esperanza de poder finalizar los debates en la próxima reunión de marzo.
Hasta ahora, ha destacado el letón, las discusiones han sido «constructivas», lo que le da «esperanzas» de cara a ser capaces de encontrar un compromiso y seguir adelante para que la Comisión pueda regresar con una propuesta legislativa a finales de marzo o en la primera mitad de abril.
Así lo ha señalado a su llegada a la reunión del Ecofin este martes en Bruselas, centrada en acercar posturas para lograr cierto consenso político en lo que respecta a la revisión de las normas fiscales en el marco de la UE.
En la misma línea, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha hecho un llamamiento para avanzar en esta revisión, aunque sí ve acercamiento de posiciones para garantizar una senda más gradual de reducción de la deuda combinada con inversiones y reformas que fomenten el crecimiento y que favorezcan la sostenibilidad de la deuda en el futuro.
En este sentido, considera que todas las partes tienen «clara» la necesidad de contar con un enfoque a medio plazo para la sostenibilidad de la deuda y ha apostado por lograr un «equilibrio» entre el marco común de la UE y los planes nacionales.
El comisario ha destacado que la presidencia sueca del Consejo se ha comprometido «firmemente» a dar al Parlamento Europeo el tiempo necesario para debatir la propuesta legislativa que Bruselas presentará tras el próximo debate a Veintisiete de marzo porque no hay un tiempo «ilimitado».
«Aún no hay consenso, pero es necesario», ha urgido, antes de aclarar que, a su juicio, no existe una división entre dos bloques de países enfrentados entre «estrictos» y «flexibles», sino que se trata de un debate en el que cada Estado miembro tiene su propia opinión.
Así lo ha reconocido también la ministra de Finanzas sueca, Elisabeth Svantesson, consciente de que los ministros tienen «puntos de partida diferentes», pero espera poder encontrar un «terreno común» dada la necesidad de unas normas comunes sobre política económica y fiscal para promover el crecimiento sostenible y las finanzas públicas.
En su intervención, el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, ha subrayado que las necesidades de inversión «no son excusa» para evitar las reformas estructurales en las economías emergentes. «Estamos abiertos a una mayor flexibilidad a medio plazo para reducir la deuda y el déficit», ha reconocido.
Mientras, su homólogo francés, Bruno Le Maire, ha insistido en que espera alcanzar un consenso sobre las nuevas reglas en marzo que permitan alcanzar el equilibrio y regresar a unas finanzas públicas «sólidas».