En otro tiempo la sala se hubiera quedado pequeña. Ayer apenas llenó la mitad de su aforo. Han pasado 14 años desde que abandonó el Gobierno vasco y llevó al PNV a la oposición por primera vez tras años de tensión política en la tramitación de su fallido ‘plan’. Ahora Juan José Ibarretxe no logra arrancar muchos aplausos entre sus antiguos compañeros. Cuando en 2009 dejó la política activa y se embarcó en un proceso de estudio y formación académica puso tierra por medio y se marchó a las Américas a divulgar lo que desde entonces denomina el ‘modelo vasco’ de desarrollo humano sostenible.
En este tiempo Ibarretxe ha liderado la creación de un centro de investigación y divulgación del “caso vasco”, el denominado Agirre Lehendakaria Center, con el apoyo de la Universidad de Columbia de New York, la George Mason University de Virginia y la Universidad del País Vasco. Han pasado diez años desde la creación de este centro que se convirtió en la plataforma para el ‘retiro’ político de Ibarretxe tras abandonar en Ejecutivo vasco en 2009.
Con 66 años recién cumplidos, Ibarretxe celebró ayer una jornada para conmemorar el aniversario. No asistieron representantes del PNV pero sí del Gobierno vasco. Con lo que en otro momento no hubiera contado es con la presencia de nada menos que una infanta de España. El perfil eminentemente republicano del PNV y de sus lehendakaris contrastaba ayer con la inesperada ‘invitada’ al décimo aniversario del Agirre Lehendakaria Center.
La infanta Cristina acudió a Bilbao en representación de La Caixa, uno de los socios del centro que hasta hace poco dirigía Ibarretxe. Ocupó un lugar discreto, en segunda fila y junto a otro perfil que Ibarretxe no esperaba; Andoni Zubizarreta. El antiguo portero del Athletic Club, el Barcelona y la Selección Española intervino incluso en una de las mesas redondas organizadas, titulada “Nuevos horizontes para la sociedad vasca”. Frente a Cristina de Borbón y Andoni Zubizarreta, en la primera fila, se sentó también el actual lehendakari, Iñigo Urkullu, a quien acompañó al acto el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka y la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería. Del PNV, ningún cargo destacado de la actual dirección quiso acercarse.
Los ‘valores’ de Agirre
La distancia del partido con Ibarretxe sigue hoy firme trece años después de su salida de la política. Hoy Ibarretxe no participad de los actos del PNV. Es más escuchado por la izquierda abertzale que por su partido. La candidata a la diputación de Gipuzkoa por EH Bildu y actual portavoz de la coalición en la Cámara vasca, Maddalen Iriarte, acudió a escucharle.
El acto de clausura corrió a cargo de Urkullu. El lehendakari se dejó ver sonriente junto a Ibarretxe. Una cordialidad en las formas que sin embargo no se corresponde en el modelo político, el proceso soberanista ni la senda por el derecho a decidir que dibujan uno y otro. Durante años Ibarretxe ha defendido la vía unilateral que impulsó el soberanismo catalán, del que Urkullu siempre se ha desmarcado. Ibarretxe ha celebrado actos con Mas, Torra y Puigdemont, líderes catalanes que Urkullu, en cambio, evitó en los últimos años.
En su intervención Urkullu se refirió más al Lehendakari Agirre que a Ibarretxe. No en vano, es uno de sus grandes referentes. Destacó, sin embargo, la labor desarrollada por el centro de Ibarretxe en estos años para “abrir a los cuatro vientos” los valores que propugnó el primer lehendakari del Gobierno vasco. Citó el “humanismo y la justicia social”, el “pragmatismo”, la “coherencia” y la “vocación abierta” para proyectar Euskadi en el mundo, “esa era la obsesión del lehendakari Agirre, defender la propia identidad sin menoscabar la ajena”. Urkullu recordó que el “modelo vasco” de desarrollo “crea riqueza y equilibrio social” y lo hace desde los principios del “humanismo, la justicia social y los derechos humanos” que propugnó Agirre.
Realizar «un diagnóstico»
Dos horas antes, en una mesa de debate anterior, Ibarretxe había apostado por recuperar el impulso en defensa de una nación propia. Considera que el primer paso que se debe dar pasa por realizar un diagnóstico de la situación actual “para despejar dudas”: “Un diagnóstico social, político y económico que permita fijar una estrategia”. Defendió que Euskadi refuerce su presencia internacional, gane “peso” en ámbitos internacionales para dejar escuchar su voz”. En su opinión, en el actual contexto es urgente “poner sobre la mesa el debate del conflicto” de nuevo.
Otra de las prioridades que fijó fue hacer frente a los tres “falsos debates” que se han instalado y que crecen en contra de los pueblos que reivindican un estado propio: el cultural, que confronta lo universal con lo local, el democrático, que enfrenta derechos colectivos con derechos individuales, y el debate económico, que sólo busca “maximizar la vida de cada individuo”. Subrayó que las apuesta para dar pasos en la consecución de un estado propio para el Pueblo vasco deben pasar por “implicar a la gente” en un proceso de transformación social, política y económica que abra de nuevo ese camino. En su intervención en el acto de clausura defendió la necesidad de sumar la ‘K’ de «Kultura» a los tres parámetros que simbolizan el desarrollo de un país: la I+d+i (Investigación, desarrollo e innovación).
Los responsables del centro recordaron que el denominado «modelo vasco de desarrollo humano sostenible» persigue impulsar el autogobierno, la recuperación del euskera, la inversión en infraestructuras culturales, la apuesta por la manufactura avanzada y la economía social, y las iniciativas institucionales en favor de la distribución de la renta, así como favorecer un sistema de gobernanza colaborativa, entre otros parámetros.