En un gag antolgico de los Monty Python John Cleese es un Papa que afea a Miguel ngel (Eric Idle) que un cuadro que le haba encargado, titulado ‘la ltima cena’, aparecieran tres cristos, trapecistas, camareros, una veintena de apstoles y hasta canguros. “T lo que quieres es un maldito fotgrafo” responda en un alarde de libertad creativa Miguel ngel cabreando an ms al Papa que finalizaba la escena con la frase: “Puede que no sepa mucho de arte, pero s lo que me gusta”.
Tras escuchar casi tres horas a Quentin Tarantino (Knoxville, 1963) hablar de cine desconozco si sabe mucho de este arte, desde de un punto de vista acadmico, pero lo que est claro es que conoce muy bien lo que le gusta y lo que apasiona a los espectadores. Se poda intuir por los seguidores incondicionales de sus pelculas, por sus entrevistas y ahora por su libro ‘Meditaciones de cine’ (Reservoir Books), que el director ha presentado en Barcelona este domingo.
Arropado por muchos aficionados, pese a las fuertes medidas de seguridad para que nadie pudiera captar una imagen del evento, Tarantino habl de su experiencia cuando era nio a inicios de los 70 ya que asisti como espectador al nacimiento del llamado ‘Nuevo Hollywood’ que rivalizaba con pelculas de grandes estudios de corte ms familiar y clsico. En este sentido, explic que lleg a ver imgenes impactantes, como la violacin de un hombre, pero que poda entenderlas dentro de un contexto de la pelcula. Sin embargo, para lo que no estaba preparado era para Bambi a la que calific como la pelcula que ha traumatizado a ms nios durante dcadas. Bambi extraviado al separarse de su madre, los disparos del cazador contra ella y el horroroso incendio forestal me afectaron ms que cualquier otra de las imgenes que vi en el cine cont el director y aade que era como ver el apocalipsis desde el punto de vista de los animales.
Tarantino comparte con toda una generacin el trauma por ver ‘Bambi’ y descubrir que el trnsito a la edad adulta pasa por perder a la madre. Aade en el libro que “esas secuencias de Bambi han trastornado a los nios durante dcadas. Pero estoy casi seguro de conocer la razn por la que Bambi tuvo un efecto tan traumtico en m. Por supuesto, el hecho de que Bambi pierda a su madre toca la fibra sensible de todos los nios”.
“Pero creo que, incluso ms que la dinmica psicolgica de la trama, el inesperado giro trgico de la pelcula fue lo que me caus tal conmocin. Los anuncios de televisin no ponan de relieve la verdadera naturaleza de la pelcula. Por el contrario, se centraban en las travesuras de los entraables Bambi y Tambor. Nada me prepar para el desgarrador giro en los acontecimientos. Recuerdo que mi pequeo cerebro exclam el equivalente en un nio de cinco aos a: Qu coo est pasando aqu?. Creo que, si hubiese estado ms preparado para lo que iba a ver, lo habra procesado de manera distinta”, aade Tarantino.
Tarantino espectador
Lo que qued claro en la charla, en la que se emitieron escenas de ‘Harry el Sucio’ o American Graffiti’, es que para hacer pelculas primero hay que ser espectador y pasarse horas y horas en el cine. Y eso es lo que hizo Quentin desde bien pequeo cuando su madre se lo llevaba, en compaa tambin de los hombres con los que sala, a ver pelculas. No todas aptas para el joven Tarantino que a veces era el nico nio de la sala viendo violencia explcita o escuchando a adultos rer de dilogos cargados de doble sentido sexual. “Llegado un punto, al tomar conciencia de que yo vea pelculas que otros padres no dejaban ver a sus hijos, pregunt a mi madre al respecto. -Quentin -dijo-, a m me preocupa ms que veas las noticias. Una pelcula no va a hacerte dao. As se habla, Connie, joder!”, explica Tarantino en su libro.
Pese a eso tambin recuerda que su madre slo le permita pelculas con una violencia justificada por el argumento, una constante en el cine del director norteamericano, aunque sea para mostrar la importancia de la visceralidad humana para afrontar situaciones extremas. Durante aos, y desde nio, Tarantino acuda peridicamente a las salas a disfrutar y a formarse ya que viendo la reaccin de los espectadores aprendi que la premisa del cine es dar siempre al espectador lo que quiere.
Por eso, ante unas mil personas entregadas que pagaron entre 80 y 90 euros por una entrada, el director defendido que solo el cine “puede crear el clmax que se produce entre la pantalla y el espectador en las escenas de violencia” y que es el arte que mejor muestra “la violencia o el sexo” ya que “ni el teatro, ni la poesa pueden”.
Las memorias de Tarantino son una demostracin que el cine tiene un lenguaje vivo y que lo primordial es la interaccin entre la pantalla y el patio de butacas. “El caso es que, en un cine descomunal prcticamente del tamao del Metropolitan Opera House, me encamin hacia el bar. Despus, cargado de chuches por valor de diez dlares, regres a mi asiento cuando las luces ya se atenuaban. Enseguida, en aquella noche de sbado en el centro, empez a parpadear a travs de la ventana del proyector ‘Plvora negra’, la ltima pelcula de Jim Brown, para un pblico sumamente entusiasta formado por unos ochocientos cincuenta negros, ochocientos de los cuales eran hombres”.
“Y, para ser sincero, ya nunca he vuelto a ser el mismo desde entonces. A partir de ese momento, en mayor o menor medida, me he pasado la vida entera yendo a ver pelculas y hacindolas, en un esfuerzo por recrear la experiencia de ver una pelcula de Jim Brown recin estrenada, un sbado por la noche, en un cine con pblico negro en 1972” cuenta Tarantino que se pas toda la velada, entre ese y otro film, escuchando al pblico “proferir obscenidades sin parar contra la pantalla” y aprendiendo: “Sus insultos a los personajes eran cada vez ms subidos de tono, y, conforme avanzaba la cinta, ms profundo era en apariencia el desprecio del pblico y ms cmicos los insultos saba perfectamente cual sera la reaccin de los espectadores ante cada una de sus escenas”.
Sin embargo, en Barcelona Tarantino no quiso entrar en valorar el cine actual que llena los cines con tantas pelculas de superhroes. Asegur que la revolucin Marvel” ha llegado tarde para l ya que no me interesa y que, con 20 aos, en la dcada de los 80, esperaba pelculas basadas en los cmics que haba consumido desde que era joven.
Conexin espaola
En el acto en Barcelona Tarantino remarc que en esas salas de cine de su infancia tambin consumi muchas pelculas espaolas y recuerda que La Residencia, de Narciso Ibez Serrador, aunque en Estados Unidos se tradujo como La casa que gritaba, y que hasta poco desconoca la importante trayectoria en televisin del director. Esas pelculas las programaban “de relleno” cont el director quien tambin expres su admiracin por Jess Franco o Antonio Isasi-Isasmendi al que calific como el “Don Siegel espaol”.
Tarantino tambin habl sobre la nueva pelcula que prepara, la dcima de su filmografa, ‘The Movie Critic’, aunque no dio muchos detalles. Slo que trataba de un crtico literario de los aos 70 pero sin especificar el inicio del rodaje o los protagonistas. Eso s, dej claro que no se trata de una venganza pese a que vaya de un crtico literario del que “slo conozco yo su identidad”. Dio ms detalles sobre su futuro como escritor ya que prepara una continuacin de ‘Meditaciones de cine’ hablando de pelculas de los aos 80, principalmente cine europeo y asitico y alguna obra del llamado “arte y ensayo” que no consuma cuando era joven ya que los cines en las que las proyectaban estaban lejos de su casa.
Pegados a la butaca
‘Meditaciones de cine’ narra el cambio radical de Hollywood en los aos 70 cuando la industria descubri que la diversidad de pblico era el futuro. As, se apost por un cine ms comercial que apelaba directamente a las emociones del espectador y se alejaba de lo clsico, siempre un punto ms acadmico. Gracias a nuevos realizadores como De Palma, Scorsese o Coppola y como un miedo al fracaso comercial hace que se desaproveche la oportunidad de dirigir ‘Taxi Driver’ (como le pas a De Palma y permiti a Scorsese hacer su obra maestra).
As, Tarantino nos cuenta los entresijos de pelculas como ‘Bullitt’, ‘Harry el Sucio’, ‘La huida’ ‘Hermanas’, ‘La cocina del infierno’, ‘Fuga de Alcatraz’ o ‘La casa de los horrores’, entre otras, que marcaron su adolescencia y que despus seran una constante en su cine, como las del gnero ‘blaxploitation’ o las de artes marciales. Con total honestidad, Tarantino explica en primera persona su amor por el celuloide y su enorme capacidad para diseccionar las escenas que luego homenajear en sus pelculas.
Ms all de director hay el consumidor obsesivo de cine, el espectador, el que aprende cada vez que va a una sala o hace un revisionado de un clsico. Tarantino demostr que su pasin es tan grande que sus explicaciones sobre la intrahistoria que acompaa a cada pelcula de los 70 analizada son capaces se hipnotizar a los espectadores que acudieron al Teatro Coliseum de Barcelona, justo igual que si viramos a Uma Thurman vengarse en ‘Kill Bill’.
Como cuenta en su libro, una pelcula puede “rechazar” a un espectador, que automticamente reniega de ella, pero saber qu tipo de cine forj al director ms icnico de las ltimas dos dcadas en Estados Unidos hace que no quieras levantar el culo de tu butaca, como dira cualquiera de sus personajes. Sabe Tarantino lo que le gusta y cmo transmitirlo a sus apasionados y fieles seguidores.
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