El presidente argelino Abdelmadjid Tebboune vuelve a cargar contra España, con unas declaraciones dirigidas a Pedro Sánchez. El mandatario argelino acusa a Moncloa de haberse alineado con las tesis marroquíes en el contencioso del Sáhara Occidental en base a “decisiones secretas”, que a su juicio, no exoneran a Madrid de las responsabilidades en el conflicto de la ex colonia española.
“Consideramos la posición de España sobre el Sáhara Occidental como una postura individual del gobierno de Sánchez”, ha manifestado Tebboune en una entrevista a la televisión qatarí Al Yazira en la que por segunda vez en un mes ha abordado públicamente la crisis diplomática iniciada hace ahora un año tras la filtración por parte de la Casa Real marroquí de la carta en la que Sánchez respaldaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara, planteado por Rabat desde 2007.
Según Tebboune, el Ejecutivo de coalición se “ha alineado [con Marruecos] en la cuestión del Sáhara Occidental con actitudes secretas que no le eximen de sus responsabilidades”. España, ha recalcado, “ha olvidado que es la antigua potencia colonial del Sáhara Occidental y que sigue teniendo una responsabilidad”.
El pasado junio el régimen de Tebboune rompió unilateralmente el tratado de buena vecindad e impuso el bloqueo de las operaciones de comercio exterior con España, en represalia por el histórico cambio de posición de Moncloa en el litigio del Sáhara Occidental, la ex colonia española que, tras 47 de ocupación marroquí, es el último territorio por descolonizar en África. En la entrevista con Al Yazira, el presidente argelino ha insistido en que “los intercambios comerciales entre Argelia y España continúan y la mayor parte de ellos son realizados por el sector privado de ambos países”.
El comercio, denuncian los empresarios españoles con negocios en Argelia, sí se ha visto seriamente afectado por la decisión argelina, con pérdidas que superan ya los 800 millones de euros y con el cierre efectivo de los puertos argelinos a las mercancías que llegan de la costa española. Las exportaciones de gas representan el único sector que ha quedado a salvo, pero con subida de precios en las renegociaciones de los contratos que han tenido lugar a lo largo de este último año.
La crisis abierta con Argelia a propósito del Sáhara estuvo presente en la moción de censura que concluye este miércoles en el Congreso de los Diputados. Ramón Tamames, el candidato de Vox, cuestionó el “enigmático” cambio de posición del Gobierno con respecto al Sáhara Occidental y mencionó el enfado argelino. Preguntó hasta en dos ocasiones a Sánchez las razones del giro copernicano, llevado a cabo unilateralmente por el PSOE sin acuerdo con su socio de Gobierno y con el rechazo parlamentario. “¿Qué pasa con el referéndum, se abandona toda la teoría anterior? ¿por qué ha tomado esa decisión? Esta Cámara se ha enterado por la prensa, como todos los demás; es un tema importante y me gustaría tener una contestación”, manifestó. El presidente del Gobierno rehusó responder.
Idilio con Italia; crisis con Francia y Marruecos
Tebboune también ha abordado la ruptura diplomática con su vecino marroquí. En agosto de 2021 el régimen argelino dio por rotas las relaciones diplomáticas con Rabat alegando “actos hostiles”, entre ellos, el espionaje a altos cargos argelinos mediante Pegasus. “Lamento que las relaciones argelino-marroquíes hayan llegado a este punto entre dos países vecinos”, aseguró antes de reconocer que los lazos han alcanzado “un punto sin retorno” y que la posición argelina es una “reacción” a los movimientos marroquíes.
Para Tebboune, que ha hecho de la palestina y la saharaui dos causas clave en su política exterior, la relación con Francia, siempre compleja, es “fluctuante”, después de que en febrero pasado la opositora argelina Amira Bouraoui lograra viajar a Francia desde Túnez evitando la deportación solicitada por Argel. “El embajador argelino volverá pronto a París”, avanzó.
Como resulta habitual desde hace un año, el mandatario argelino ha celebrado el grado de sintonía con Italia, que ha reemplazado a España como socio energético en el sur de Europa. Según el presidente argelino, el «acuerdo energético» suscrito entre ambos países incluye “la electricidad, el gas y el hidrógeno” con el propósito de ser puerta de entrada a otros países europeos.