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Armageddon Time: un regreso al instante en el que el sueo americano ‘se jodi’

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James Gray presenta en ‘Armageddon Time’ un clido, emotivo y profundamente tico viaje a la memoria sentimental de la Norteamrica de los aos 80

Anne Hathaway, Athony Hopkins y Michael Banks en un momento del rodaje de ‘Armageddon time’.MUNDO

Desde el gallinero del cine Dor donde tiene su sede la Filmoteca Espaola, James Gray (Nueva York, 1969) reina. Su brazo derecho sobre la barandilla, las piernas cruzadas y el gesto grave de cinfilo conspicuo le definen de un simple golpe de vista como lo que es: el ms reflexivo de los cineastas estadounidenses vivos. Dice que Madrid le recuerda a la vez a Roma y a Pars. Es una ciudad con el bullicio humano de la primera y la majestuosidad de la segunda, comenta justo antes de describir su paseo de ayer mismo (por el lunes) agotador por el Museo Reina Sofa. Justo en ese momento, una de las encargadas de la distribuidora le comunica que hoy toca el Prado para el que ya tiene la reserva a punto. Sonre.

Este viernes se estrena Armageddon time, su ltima pelcula presentada en el Festival de Cannes y que supone, como poco, una vuelta de tuerca en su filmografa. Tras las deslumbrantes y perfectas pelculas de aventuras que fueron Z. La ciudad perdida y Ad Astra, ahora vuelve la vista hacia s. Del espacio exterior al interior. Se cuenta la vida de una familia en los aos 80, justo en el instante en que el sueo de la comunidad se quebr. Gray cuenta, en parte, su infancia. Y, por qu no, la de todos. Pocas pelculas tan emotivas, clidas y profundamente ticas.

Creo, dice casi disculpndose el director, que el sentimiento de nostalgia y el de prdida de algo estn conectados. No tengo claro que la nostalgia sea por fuerza una idea reaccionaria como se suele creer. En mi caso, ese sentimiento est ms relacionado con la experiencia del paso del tiempo, con el ciclo de la vida, con la vida que se escapa. Vivir de algn modo significa perder algo como un recuerdo constante de nuestra mortalidad. Duele saber que cualquier placer por intenso que sea acabar por pasar, quiz olvidarse. Digamos que el tono elegiaco de la declaracin es que el gua y alimenta una pelcula provocadoramente bella. Jams dira que el pasado es mejor que el presente, por muchas inseguridades que nos traiga ste. Una persona LGTBIQ vive hoy infinitamente mejor que en los 80, dice, se toma un segundo y se corrige: Por otro lado, pienso en la pelcula Tormenta mortal (Frank Borzage, 1940) con James Stewart donde una familia se destruye con el ascenso del nazismo. Es comprensible sentir nostalgia de un mundo sin Hitler.

Para situarnos, Armageddon time cuenta la vida de un nio pelirrojo y sospechosamente parecido en su maneras desgarbadas y su mirada intensa al propio Gray. Su familia de origen judo vive en los suburbios y todava confa. Confa en s y en el espritu que surgi despus de la guerra. Hablamos de la promesa de prosperidad, hablamos de la relacin directa entre el esfuerzo y el xito, hablamos de eso que genrica y machaconamente se ha llamado sueo americano all, meritocracia en el resto del mundo. Ah est el abuelo, un soberbio Anthony Hopkins, que an mantiene encendida la llama de los inmigrantes que encontraron en Amrica una nueva vida deseable e intacta; y ah estn la madre (Anne Hathaway) y el padre (Jeremy Strong), convencidos de que el principal valor reside en lo comn. Poco faltarn para que aparezcan las dudas. El nio (Michael Banks Repeta) de aspiraciones artsticas conocer pronto de la mano de un compaero negro (Jaylin Webb) que no todos son (o somos) iguales.

Dira que el principal argumento de su pelcula es la prdida de inocencia, la suya y la de su pas?
Puede que le decepcione mi respuesta, pero no comparto en absoluto la idea de perder la inocencia. Es un idea bastante rancia y burguesa suponer que nacemos como hermosas criaturas perfectas que luego se ven adulteradas por la maldad y suciedad el mundo. Creo que es ms bien al revs. Nacemos completamente vacos y es el entorno el que nos dota de sentido. Sin un marco tico o moral no somos nadie. Y, crame, no es una reflexin en abstracto aunque lo parezca. Lo veo todos los das con mis hijos a los que hay que obligar a hacer los deberes. Su estado natural es cualquier cosa menos perfecto.

Queda claro. Lo cierto es que un detalle nada casual en la cinta funciona casi como programa. Cuando el cro protagonista cambie del colegio pblico a uno privado cuyo consejo de administracin cuenta con el padre de Donald Trump como uno de sus miembros, entonces ya s se acab el sueo y empieza la pesadilla. No considero que sea labor ni del arte ni del cine ofrecer recetas. Si uno est pendiente de lo que le rodea nicamente acaba por perder el sentido mismo de su labor que es, aunque suene tremendo, acercarse al ser humano, comenta Gray por aquello de espantar de s y de su trabajo el fantasma de lo efmero. Pero, y en la adversativa va un amago de rectificacin, lo cierto es que la maduracin del capitalismo ha trado consigo un gran robo a la ilusin del contrato social. Haba una relacin entre el trabajo y la riqueza o el xito. Ese era el gran mito colectivo de Estados Unidos y el triunfo del neoliberalismo se lo llev por delante, dice.

El director James Gray.
El director James Gray.Olivier Vigerie

Cuenta Gray, y lo cuenta como desarrollo de lo que acaba de narrar, que as lo vivi en sus carnes y en la de su familia. Y, para que no quede duda, lo detalla: Mi abuelo empez a ser trabajador en la Gran Depresin. Cuando acab la guerra, la sensacin era la de haber llegado por fin. Las muchas posibilidades que se abran para un trabajador y su familia eran el sentido mismo de todo. La realidad de mis padres fue otra. Ellos lucharon a finales de los 70 y principios de los 80 por llevar la comida a la mesa. Haba algo que ya no funcionaba. Su esfuerzo no derivaba nada ms que en frustracin.

Y dicho lo cual, Gray se niega a que su pelcula, su trabajo en conjunto y l mismo se vea atrapado por una idea del cine como una herramienta de intervencin urgente sobre la realidad. Eso lo pudo hacer muy bien Sergei Eisenstein. No es mi caso. Me preocupa el ser humano… Me fascina. Los seres humanos son realmente jodidos, realmente defectuosos. Tratan de hacer las cosas lo mejor que pueden y la mayora de las veces logran justo lo contrario. Somos expertos en pelarnos contra nuestros propios intereses, concluye.

Para cuando acaba la entrevista, James Gray se detiene a hablar de Goya (Las pinturas negras son una de las ms intensas reflexiones sobre la muerte de las que ha sido capaz el arte), de Velzquez (Pocos cuadros tan extraos y fascinantes como Las Meninas) y, ya puestos, de la propia y perfecta perfeccin (La perfeccin es un defecto en el arte. Es un error buscarla). Perfecto.

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