Pocos días después de cumplirse un mes de la VI Asamblea General de Ciudadanos, el pesimismo domina la escena. Especialmente la parlamentaria. Todo, pese a que la culminación del proceso de refundación pretendió reforzar el proyecto. Tal y como ha adelantado el diario ABC, y ha podido confirmar El Independiente, salvo la portavoz Inés Arrimadas y el coordinador con la dirección nacional, Guillermo Díaz, el resto del grupo parlamentario empieza a plantearse su futuro a nivel global ante «las limitadas expectativas electorales«, que, en el mejor de los casos, otorgan a los naranjas un escaño y la entrada al Grupo Mixto. Y es que la mayoría es consciente de que no volverán a repetir en las listas. «No hay una posición o un caso concreto de nadie, sino conversaciones comunes a raíz de que somos conscientes de la situación«, aluden fuentes parlamentarias, en referencia a las encuestas publicadas.
Los diputados afines a Edmundo Bal, que bien integraron o respaldaron su candidatura a las primarias internas de enero, afrontan un previsible regreso a la actividad privada a partir del próximo año, después de los comicios generales. Ahora bien, esa marcha y consecuente renuncia al acta parlamentaria, aunque no haya «una voluntad» apresurada, puede darse de manera «inminente» si alguien recibe una oferta irrechazable. Sobre todo, después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, que mostrarán en las urnas el estado real del partido y certificarán si la tendencia sigue siendo hacia el extraparlamentarismo. Ante una buena propuesta, aseguran, «se aceptaría».
Preguntado por quién tiene más opciones de salir, el nombre del diputado por Barcelona José María Espejo-Saavedra sale a relucir. De hecho, desde finales de diciembre es algo que se contempla. Presente en Ciudadanos desde su fundación y durante sus primeros pasos en Cataluña y en el Parlament, el especialista en derecho bancario querría retornar a la vida privada. Las mismas fuentes señalan al portavoz adjunto, al propio Bal. Pero en este caso, no por un interés personal, sino por que su currículum, trayectoria, y experiencia pueden atraer más ofertas. Y pese a participar en el aperturismo común de contemplar, en su caso, un posible retorno a la abogacía del Estado o a la actividad privada, eso no hace incompatible que aún tenga presente participar en un nuevo choque de primarias internas en Ciudadanos a partir de otoño. «Eso no lo aleja de que quiera optar a las primarias nacionales, pero dependerá del día a día y de cómo se planté lo que pueda venir», matizan desde su entorno.
Este tercer proceso interno en lo que trascurre de año será para decidir el próximo candidato a la presidencia del Gobierno con vista a unas generales en diciembre y el proceso estará abierto a todos los afiliados excepto para el secretario general Adrián Vázquez, que tiene vetado por los estatutos presentarse. Patricia Guasp, la nueva líder política, aseguraba en una entrevista reciente en este diario que lo decidirá después de mayo; y tampoco se descarta que Arrimadas vuelva a dar el paso como «activo» de la formación.
Fuentes de la dirección nacional aseguran no tener constancia de este pronunciamiento, que por el momento se enmarca en un contexto privado: «no hemos recibido ninguna comunicación». Reacciona del mismo modo el núcleo duro de Arrimadas, que este miércoles reconocía en una entrevista que «es evidente que estamos en un momento difícil». «Sinceramente, no creemos que se vaya a ir nadie», explican sobre este nuevo giro de una situación que se agrava por semanas.
División en el seno parlamentario
La brecha generada a principios de diciembre, cuando Bal dio un paso al frente y anunció su candidatura para liderar el partido, aún no se ha suturado. De hecho, en escasas ocasiones, el cúmulo de parlamentarios coincide más allá de la bancada del hemiciclo. Por un lado, Arrimadas hace tándem junto a Díaz, diputado por Málaga, y el resto de su equipo de comunicación. Por otro lado, Bal alterna el contacto con sus diputados de confianza, caso de María del Carmen Martínez, Sara Giménez, Miguel Gutiérrez, María Muñoz o José Ignacio López-Bas. A la división, con diferencias ideológicas de fondo entre una corriente liberal conservadora y otra socialdemócrata, se añade el desagrado que genera el arrinconamiento mediático de Bal, que ha pasado del primer plano a apenas contar con protagonismo más allá de la tribuna. Aún no ha dado una sola rueda de prensa ni ha acudido a una reunión de la Junta de Portavoces en suplencia de Arrimadas. Díaz, sí.
La salida de José María Espejo se contempla desde finales del año pasado. El diputado se mantuvo neutral durante la guerra entre Arrimadas y Bal
En ello, ha tenido mucho que ver la asignación de Díaz como enlace con el Comité Permanente. Para la cúpula es algo considerablemente razonable, debido a que éste ejerce en el organigrama las funciones de viceportavoz. Por ello, «lo lógico es que sea Guillermo quien cumpla ese papel». No obstante, el Grupo entiende que depositar la confianza en el ‘segundo’ de Arrimadas, es una manera de culminar una vigilancia permanente.
Asimismo, en la segunda cita de la nueva Permanente, posterior a la asamblea, se acordó que en las reuniones semanales de los jueves, Vázquez estaría presente para coordinar la actuación semanal. O en su defecto, Mariano Fuentes, su número ‘dos’ y hombre de confianza de Begoña Villacís, quien también ha tensado la cuerda con anterioridad. Pero ese encuentro aún no se ha producido porque, según fuentes parlamentarias, la actividad en Europa y las conformación de listas autonómicas están ocupando todo su tiempo.
Puesta en escena en Madrid
Este sábado, Ciudadanos hará una presentación pública de sus candidatos regionales en el Centro Cultural Fernández de los Ríos, en el distrito madrileño de la Latina. Será a mediodía, y el partido también esbozará las principales líneas de programa que abordarán en la precampaña y en campaña electoral. En la puesta en escena de los elegidos en primerias, a priori y salvo que los naranjas con el coordinador Carlos Pérez-Nievas a la cabeza, den paso a una salida rápida, destacará el hueco que deja la ausencia de candidatos por Aragón. En esta región, las opciones para el PP son preferentes a diferencia de otras autonomías como Castilla-La Mancha y hay temor de que los populares puedan interferir de algún modo en el devenir del aparato liberal aragonés.