Espaa vio en Irak una oportunidad internacional. El apoyo a la guerra de Aznar, primero, y el desastroso repliegue de Zapatero, despus, tuvieron graves consecuencias
Una bola de fuego y un silbido interrumpieron el silencio de la noche iraqu el 20 de marzo de 2003. Un barco de guerra de la Armada estadounidense lanz los primeros misiles Tomahawks contra Irak, materializando la amenaza que una coalicin internac
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