El anuncio de Moncloa de un plan especial para luchar contra la sequía, que mañana aprobará el Consejo de Ministros en sesión extraordinaria, ha sido respondido por uno de los socios de la coalición gubernamental, Podemos, para recordar que el pasado 28 de abril ya presentaron un plan de choque para luchar contra la sequía y las olas de calor en el que ya se planteaba, por ejemplo, limitar el trabajo exterior en las horas las cálidas del día o aumentar las ayudas directas y líneas de crédito a las pequeñas y medianas explotaciones agrarias y ganaderas.
Apenas dos horas después de que Moncloa anunciara ese Consejo de Ministros extraordinario – justo en la víspera del día en que arranca la campaña para las elecciones locales y autonómicas del día 28-, desde Podemos difundían su plan de choque o «escudo climático», que incluye la prohibición de trabajar en exteriores entre las 12 y las 18 horas durante las olas de calor o cuando la temperatura sobrepase los 35 grados, que es una de las cuestiones que se regularán hoy.
Además, proponen la obligación legal de disponer de ventiladores, equipos de aire acondicionado o similares en centros educativos, de salud, hospitales, centros de día, residencias y transporte público y habilitar refugios climáticos donde se proporcione hidratación de forma gratuita a la ciudadanía, prohibir la tala de árboles por la administración y limitar el tráfico en las calles más calientes.
Los morados, siempre obsesionados con los fondos buitre, defienden reducir el consumo de agua «de forma justa», con una moratoria a la apertura de regadíos hiperintensivos y macrogranjas «en manos de grandes propietarios y fondos buitre», así como reforzar la eficiencia y la sostenibilidad de los recursos hídricos, con medidas de modernización y nuevas infraestructuras a medio plazo.
Piden que los «buitres» y el 1 por ciento de la población «se aprieten hídricamente el cinturón»
Hablan concretamente del aumento de las plantas desaladoras; el incremento de las partidas y ayudas para la mejora, el mantenimiento y la modernización de los sistemas de riego; el fomento de la sustitución de cultivos más intensivos en agua por otros que lo sean menos; la investigación científica en variedades resistentes a la sequía; la reducción de pérdidas en los sistemas de canalización o el incremento del esfuerzo en infraestructuras de recuperación y depuración de aguas.
«Si los buitres y el 1 por ciento de la población más privilegiada se aprietan (hídricamente) el cinturón, hablamos de un reto que se puede conseguir sin que paguen un alto coste los de abajo», dicen en su plan.
No dejar caer a ninguna pequeña o mediana explotación agrícola o ganadera, aumentando las ayudas directas y las líneas de crédito, entre otras iniciativas y reforzar de inmediato de los servicios de extinción de incendios y protección civil, son otros de los ejes de la propuesta.