Las listas de EH Bildu para el 28 de mayo, que incorporan a 44 condenados por colaboración o pertenencia a ETA —y siete de ellos por asesinato— siguen marcando la campaña electoral. A pesar del Gobierno y del PSOE, que intentan por todos los medios escapar de un asunto abiertamente incómodo y que desplaza el foco del debate de donde el presidente lo había situado, en las políticas sociales y en la gestión del Ejecutivo. Este lunes, los socialistas elevan el tono contra el PP por utilizar de forma «indecente» el terrorismo para «arañar votos«.
Pedro Sánchez marcó la pauta el pasado viernes desde Washington, hasta donde le persiguió la polémica, al asegurar que las candidaturas de la formación de Arnaldo Otegi pueden ser «legales», pero no «decentes». Lo hizo dos días después de que eludiera entrar al choque en el Congreso cuando la portavoz del PP, Cuca Gamarra, le echó en cara el «cartel electoral» del PSOE para el 28-M: las listas de Bildu. Los socialistas confiaban en que el asunto remitiera tras el pronunciamiento del presidente, pero no ha sido así. La derecha ataca al Ejecutivo y a Sánchez por sus «pactos» con los independentistas vascos, pero también barones del partido como los presidentes de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y Aragón, Javier Lambán, han mostrado de nuevo su distanciamiento con Ferraz, desmarcándose de la línea oficial y pidiendo, caso de Lambán, la ruptura de las alianzas con Bildu.
Ferraz pretende continuar con su planificación de campaña, con anuncios y explicación de medidas, para movilizar a sus votantes y captar la simpatía de los indecisos. Pero este lunes cargó más duramente contra el PP como línea de defensa. La dirección desconvocó la rueda de prensa de su portavoz, Pilar Alegría, prevista para las 13 horas, pero remitió a los medios unas declaraciones en las que aseguró que el partido sabía que los populares recurrirían a ETA durante la campaña, «como ha hecho en todas«.
«A nadie, a nadie, le gustan estas listas indecentes, todos las rechazamos«, sostuvo Alegría al término de la reunión del comité electoral, pero el PSOE «nunca ha utilizado ni utilizará el terrorismo» para conseguir apoyos, como a su juicio sí hace el PP, que «de nuevo se agarra de forma indecente al terrorismo de ETA con el único objetivo de arañar votoas». Y lo hace por una razón: «Cuanto más se desinfla [Alberto Núñez] Feijóo, más suben los decibelios del ruido, que suben para que tapen su ausencia de proyecto, que no tiene ideas sólidas ni propuestas solventes que ofrecer a la ciudadanía».
«Derogar los avances sociales y recurrir a ETA»
Para la portavoz socialista, el PP se ha entregado a una campaña centrada «única y exclusivamente en el insulto y en el apocalipsis«. Le «irrita la buena marcha de España», señaló, y a diario se lanza a una campaña «a la desesperada, que alimenta el odio», con dos metas, «derogar todos los avances sociales del PSOE y recurrir a ETA«.
Pero los socialistas no pretenden salirse de su carril, con la convicción de que el votante rechaza estos discursos. Insisten en el cuartel general en que el partido empieza el camino hacia el 28-M con «buenas sensaciones«, en palabras de Alegría, con un proyecto «en positivo en todos los rincones de España» y que «no es otro que estar al lado de la gente».
En ese sentido, la portavoz, también ministra de Educación, aplaudió que la Comisión Europea haya aumentado medio punto, hasta el 1,9%, la previsión de crecimiento de España en 2023. Y eso «mantendrá al país, un año más, como el de mayor crecimiento entre las grandes economías europeas». Una previsión, remachó, «fruto del trabajo de millones de personas y empresarios y demuestra que las decisiones que está tomando este Gobierno van en la dirección correcta». El Ejecutivo fía su desempeño en las urnas a los datos económicos, que creen que son más tenidos en cuenta por los ciudadanos que lo que apuntan los debates en las tertulias de televisión.
A través de redes sociales, Gamarra contestó a Alegría, recogiendo la pregunta que los dirigentes del PP llevan días haciendo: si los socialistas van a «romper» o no con Bildu. «No nos vamos a callar por mucho que nos insulte. Todo esto que dice al PP no se atreve a decírselo a Bildu. Su delicadeza hacia Bildu les delata. Sus socios son aquellos que llevan terroristas en sus listas y eso es indecente».